en Maternidad

Durante el embarazo dos terceras partes del peso que se aumenta se deben al agua y durante la lactancia el ochenta por ciento de la leche generada se compone también de agua. Por eso es tan importante escoger un agua de mineralización muy débil para embarazadas como Agua Sana para acompañar todo el proceso y disfrutar de todos sus beneficios.

 

Los cambios que se producen durante la gestación afectan con especial incidencia al sistema urinario y podrían llegar a ocasionar problemas como la cristaluria, la litiasis o cálculos renales. Además, debido al aumento de diferentes bacterias se podría llegar a generar una infección, uno de los motivos más frecuentes de los partos pretérmino. 

 

Es por ello que los expertos recomiendan beber al menos 1,9 litros al día durante los tres primeros meses y aumentar de forma progresiva hasta los 2 litros al día durante el segundo y tercer trimestre. De este modo evitaremos una deshidratación que perjudicará a la madre, ocasionándole mucha fatiga, así como al bebé.

 

La importancia del agua de mineralización muy débil para embarazadas

 

En Agua Sana somos muy conscientes de que hay varias etapas en las que hay que tener especial atención en el cuidado de nuestra hidratación. Así como con los niños o con los mayores conviene no despistarse, lo mismo ocurre cuando hablamos de la hidratación durante el embarazo.

 

A lo largo de esos nueve meses, la mujer va a experimentar una buena carga de cambios fisiológicos. Aumenta la cantidad de hormonas como los estrógenos o la gonadotropina (la causante de las tan frecuentes náuseas y vómitos), arranca la producción de prolactina o se empiezan a tener digestiones mucho más pesadas. 

 

Es por eso que mantener la ingesta de un agua de mineralización muy débil como Agua Sana es necesario para que exista un progreso adecuado en cada una de las fases. Manteniendo una buena hidratación durante el embarazo se evitarán problemas derivados de la retención de líquidos o complicaciones durante el parto.


Uno de los consejos más frecuentes para vigilar bien el nivel de hidratación durante el embarazo es vigilar el color de la orina. Cuando esta sea de un color muy intenso sabremos que hará falta beber más. Por contra, cuando más claro sea su color nos estaremos acercando a los niveles de hidratación recomendables.


¿Pero qué aporta exactamente el agua de mineralización muy débil para embarazadas?

Agua Sana es la mejor agua de mineralización muy débil para embarazadas

Mejora el crecimiento del bebé

 

Mantener una buena hidratación durante el embarazo favorece la formación del líquido amniótico. Tengamos en cuenta que ese será el hábitat del bebé durante todo el proceso y el agua alimentará e hidratará el líquido del saco amniótico protegiendo su salud y consiguiendo un desarrollo óptimo.

 

Ayuda contra el estreñimiento

 

Durante el embarazo es muy frecuente padecer molestos episodios de estreñimiento. Al beber un agua de mineralización muy débil como la de Agua Sana se evita este problema y además se ayuda a prevenir la formación de otras dolencias como las hemorroides o la infección de orina

 

Contrarestar las náuseas y la acidez

 

Otra de las ventajas del agua de mineralización muy débil para embarazadas es la de combatir las náuseas de las primeras semanas del embarazo o la acidez que se puede provocar. Al mantener una hidratación constante y a través de pequeños sorbos el problema se verá reducido drásticamente. 

 

Controlar la deshidratación

 

Sin duda, el mayor beneficio y que resume todos los anteriores del consumo de agua de mineralización muy débil para embarazadas es evitar una deshidratación que, si bien ya es peligrosa en cualquier otro momento, todavía lo es más en todo este proceso. 

 

¿Y qué ocurre con la lactancia?

 

Durante los primeros meses del bebé, la leche materna siempre será la mejor opción ya que está compuesta por un setenta por ciento de agua. Por eso es fundamental que la madre escoja bien un agua de mineralización muy débil como la de Agua Sana

 

En su primer año de vida, se recomienda que los bebés tomen entre 600 y 700 mililitros de agua al día, aumentando de forma progresiva hasta los dos litros y medio que se recomiendan en la adolescencia. 

 

También es muy importante vigilar la hidratación de la madre durante la lactancia, ya que, de ser insuficiente, podría ocasionar problemas relacionados con orinas más concentradas como infecciones, estreñimiento o la formación de cálculos renales. Es por ello que es imprescindible una buena hidratación que alivie y evite estas situaciones.

 

Ahora ya conoces los beneficios del agua de mineralización muy débil para embarazadas y también durante la lactancia. En Agua Sana tenemos muy clara la importancia de cuidar de ti y de tu bebé y sabemos que una buena hidratación te evitará malestar y complicaciones.

 

Esperamos que este post te haya sido de utilidad. Y recuerda, si quieres mantener una buena hidratación durante el embarazo, apuesta por Agua Sana, cuidamos de ti y de tu familia.

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