El baby led weaning, que se puede traducir como “alimentación complementaria autorregulada” o “alimentación complementaria a demanda” es un método que introduce sólidos en las comidas de los bebés sin pasar por la fase de los purés, las papillas o los triturados.
Este concepto ha ido ganando fuerza en los últimos años y cada vez son más los padres y las madres que apuestan por él. Pero, ¿cuándo es bueno comenzar con el baby led weaning? ¿Cuáles son sus beneficios respecto al método tradicional? ¿Qué alimentos son los más recomendables? ¿Y los que se deben evitar? ¡Te lo contamos todo en Agua Sana!
Por supuesto, esto es una guía que te puede servir de ayuda, sin embargo, si quieres iniciarte en el baby led weaning es importante que consultes con el pediatra, ya que te podrá orientar y guiar durante todo el proceso.
¿Qué es el baby led weaning?
El baby led weaning (BLW) es el inicio de la alimentación complementaria a través de la introducción de alimentos enteros en la dieta del bebé, con el tamaño y la forma adecuada, para que sea él quien coma de manera autónoma con sus propias manos. Así, él decide qué, cómo y cuánto comer en función de su apetito y preferencias.
Como ves, se diferencia de los métodos tradicionales porque se evita la fase de papillas o purés. En definitiva, es una alimentación complementaria a demanda en la que se respetan los tiempos del bebé y que le permite conocer mejor los alimentos, sus texturas y sus sabores.
Los beneficios del baby led weaning
- El BLW es un método que respeta los tiempos del bebé y los anima a probar nuevos sabores y texturas. Esto, a su vez, parece que está relacionado con que en un futuro tengan una relación más saludable con la comida.
- Al coger ellos mismos los alimentos, desarrollan su psicomotricidad. Del mismo modo, se mejora la coordinación oculo-manual y la masticación.
- Mejora la transición a la alimentación sólida, ya que, desde los 6 meses aproximadamente, empiezan a trabajar la masticación con diversos alimentos.
Recomendaciones para iniciarse en el baby led weaning
A partir de los seis meses, los bebés deben empezar con la alimentación complementaria porque la leche exclusiva ya no aporta todos los nutrientes que necesitan. Sin embargo, para el baby led weaning es importante que estén preparados. Por ello, hay determinados factores que debes tener en cuenta:
- Tu bebé debe poder estar sentado en la trona sin caerse hacia adelante o a los lados. Es decir, tiene que estar sentado y mantener la postura sin ayuda.
- Tiene que ser capaz de tragar la comida en vez de empujarla hacia fuera con la lengua, algo que ocurre con los más pequeños (reflejo de exclusión). Esto suele producirse a partir de los seis meses.
- Tiene autonomía con las manos y una adecuada coordinación ojos-mano-boca.
- Muestra interés por la comida.
Por otro lado, también es aconsejable que se sigan una serie de normas básicas de seguridad:
- Cuando coma, el bebé debe estar supervisado en todo momento.
- Es importante no introducir alimentos en su boca. Tiene que ser él quien coja los trozos y se los lleve a la boca.
- Por supuesto, a la hora de la comida, debe estar erguido y sentado en su trona o en el regazo de la madre o el padre.
- No hay que ofrecerles alimentos con un alto riesgo de atragantamiento (uvas, manzana cruda, frutos secos, verduras crudas, cerezas…).
Finalmente, aunque no es imprescindible hacer un curso de primeros auxilios, sí que es recomendable. De esta manera se sabrá cómo actuar ante un posible atragantamiento y, evidentemente, a los padres y madres les dará una mayor tranquilidad.
¿Cómo empezar con el baby led weaning?
Si has decidido apostar por el BLW y ha llegado el momento de ofrecerle a tu bebé sus primeros alimentos sólidos seguro que te surgen muchas dudas. Para ayudarte, te damos una serie de consejos.
Al principio, conviene ofrecerles alimentos con forma alargada y en trozos grandes para que puedan sujetarlos con el puño. Más adelante podrán hacer la pinza y sujetar trozos más pequeños y, finalmente, aprenderán a comer con cubiertos. Además, es conveniente introducir los alimentos poco a poco para comprobar que lo tolera bien y que no tiene una reacción alérgica o intolerancias. Para ello, se suele recomendar incluir un alimento nuevo cada dos o tres días.
Por otro lado, también es aconsejable que el bebé coma con el resto de la familia. De esta manera pueden aprender por imitación. También se le puede ofrecer un vaso de agua en sus comidas, pero si no le interesa, no pasa nada. Recuerda que la leche sigue siendo su principal fuente de nutrientes.
Por último, se debe supervisar todo el proceso, pero sin distraerlo ni meterle prisa. Él decide qué, cómo y cuánto comer.
¿Qué alimentos se les puede ofrecer y cuáles es mejor evitar?
Al bebé se le deben dar alimentos sanos y variados, siempre acordes a su edad. Así, a partir de los seis meses son adecuados los cereales, la verdura, la carne y el pescado cocidos o la fruta. Además, conviene evitar el azúcar, las grasas saturadas, alimentos procesados…
Como te adelantamos, también existen determinados alimentos que tienen un mayor riesgo de atragantamiento, por lo que hay que evitarlos. Estos son, entre otros, las uvas, la manzana cruda, los frutos secos, las verduras crudas, las cerezas, las aceitunas, el maíz, los guisantes o los cherry.
En resumen, hay que conocer qué alimentos no son recomendables para el bebé (por no ser saludables o por tener un alto riesgo de atragantamiento) y saber cómo cocinar o cómo preparar los que sí que son adecuados (cocidos, horneados…). En este sentido, si tienes cualquier duda, lo mejor es consultar al pediatra del bebé.
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