La salud renal es algo que deberías vigilar constantemente y a lo largo de todo el año, sin embargo, en la época veraniega podrías notarlos un poco más resentidos si no pones algo de cuidado extra. Pero no te preocupes, si quieres saber cómo debes cuidar de tus riñones en el período estival y prevenir los temidos cólicos nefríticos, sigue leyendo.
Las altas temperaturas mezcladas con una hidratación insuficiente, confundir el descanso con la inactividad o cierta tendencia a caer en los excesos alimenticios o en un mayor consumo de bebidas azucaradas y alcohol, son factores propios del verano y que pueden sobrecargar de esfuerzo nuestros riñones.
Así que, prepárate porque vamos a ayudarte a pasar el verano de la mejor forma posible y sin que tengas dudas acerca de cómo cuidar tus riñones.
Cuatro factores que debes vigilar para cuidar tus riñones en verano
El verano es una época para disfrutar, desconectar de las rutinas diarias, descansar del ajetreo continuo del resto del año y permitirnos ciertos caprichos de los que solemos prescindir en otros momentos.
Eso no es malo, al revés, nos ayuda a rebajar los niveles de estrés, a liberarnos de muchas preocupaciones y a recargar las pilas de cara a septiembre y la vuelta a la actividad habitual. Sin embargo, hay algo que nunca deberíamos descuidar: nuestra salud. Con un poco de sentido común y sin ningún esfuerzo se puede compaginar el ocio y la diversión sin perjudicarnos en absoluto.
Además, recuerda, la función de nuestros riñones es la de actuar como un gran filtro que se va a encargar de depurar todas las impurezas que lleguen a nuestro organismo antes de que se produzca un colapso. Por eso son tan importantes y debes proponerte cuidar de tus riñones también en verano.
Algunos de los problemas extras con los que nos podemos encontrar en el tiempo de la playa y las piscinas son:
Hidratación insuficiente con altas temperaturas
Durante los meses de julio y agosto principalmente, es fácil que nos encontremos en días e incluso semanas en que las temperaturas sobrepasen los 35 grados centígrados. Con ese calor debemos aumentar la ingesta de agua y tratar de llevar una botella siempre con nosotros si queremos evitar sorpresas desagradables provocadas por un golpe de calor.
Además, cuidado, sabemos que la tentación de bebernos de golpe un litro de agua helada es muy fuerte cuando en la calle se pasa muchísimo calor, pero no es nada recomendable. No hay problemas por beber agua fría, pero sí que los hay si se bebe demasiada cantidad de golpe porque la diferencia térmica tan alta con respecto a nuestro cuerpo puede sentarnos mal. Siempre es mejor beber sorbos cortos y poco a poco.
Confundir descanso con inactividad
Para cuidar de tus riñones y del resto de tu organismo necesitas mantener un mínimo de actividad. Esto puede parecer contradictorio con la idea tan extendida de que el verano es para pasárselo tumbado en la playa o sentado en el chiringuito.
Pero una cosa no quita la otra. Claro que puedes descansar y relajarte y aun así es importante que no te olvides de moverte. Nadar un poco en la playa o en la piscina, dar algún paseo mientras anochece cuando las temperaturas lo permiten o incluso salir a hacer pequeñas rutas en bici, te garantizarán un equilibrio óptimo entre el descanso y el movimiento sin perder ni un ápice de diversión.
Las comidas copiosas
El verano suele ser un momento de reencuentros con familiares y amigos. Momentos que se aprovechan para sentarse en torno a una gran mesa a disfrutar de menús copiosos que se alargan durante varias horas.
No tiene nada de malo disfrutar de una buena compañía alrededor de una gran comida, pero sí que deberías tener en cuenta que, si quieres cuidar de tus riñones, es importante tener algo de precaución. Ten en cuenta la temperatura ambiente y si vais a comer en el exterior o dentro de un restaurante o una vivienda. A mayor temperatura más le costará a tu organismo hacer la digestión.
Trata también de mantener la hidratación y no solo bebiendo sino también metiendo en el menú alimentos con gran cantidad de agua. Las ensaladas, el gazpacho, el salmorejo o decantarse por frutas como la sandía o el melón para el postre, pueden ayudar a rebajar la sensación de pesadez y favorecer tu salud renal.
Las bebidas azucaradas y alcohólicas
En verano es mucho más fácil dejarnos llevar, darnos algún capricho en el chiringuito y pedirnos un refresco azucarado, una copa o incluso un combinado de ambos.
Ya sabes que deberías hacer esto con moderación durante todo el año, pero en la época estival hay que intentar vigilar un poco más. El alcohol tiene la capacidad de deshidratarnos y esto es muy peligroso en días de demasiado calor. Los refrescos, por culpa de sus grandes cantidades de azúcar pueden causarnos diferentes inconvenientes, y finalmente también provocarnos mayor sed.
Agua Sana te ayuda a cuidar de tus riñones en verano
Si lo que quieres es cuidar de tus riñones en verano y dedicarles un poco más de atención, deberías hidratarte bebiendo al menos entre dos y dos litros y medio de agua natural de mineralización muy débil como Agua Sana. De esta forma podrás disfrutar de tus vacaciones y olvidar un poco tus preocupaciones sin que se resienta tu salud y sin llevarte ningún susto.
Además, Agua Sana está recomendada por nefrólogos para prevenir diversas enfermedades renales, por lo que se trata de un agua apta personas con problemas del riñón.
No lo dudes, también en verano, Agua Sana cuida de ti y de los tuyos.
