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Hormonas y alimentación tienen una relación muy estrecha. Así, seguir una dieta sana ayuda al correcto funcionamiento del organismo, pero, además, está demostrado que consumir determinados alimentos permite equilibrar la función hormonal y, en consecuencia, paliar diversos síntomas provocados por dicha alteración. 

 

¿Quieres saber más sobre el tema? Atento, porque te lo contamos todo. 

¡Vamos allá!

 

¿Qué son las hormonas? 

 

Las hormonas son sustancias segregadas por las glándulas del cuerpo. Viajan por el torrente sanguíneo y controlan las funciones de determinadas células u órganos. Algunas de las hormonas más relevantes y conocidas son la insulina, el cortisol o las hormonas tiroideas, entre muchas otras. 

 

En líneas generales, estos componentes químicos intervienen en los procesos relacionados con el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo y la reproducción. Del mismo modo, también afectan al estado de ánimo y al apetito sexual. Así, regulan diversas funciones, como el uso y el almacenamiento de energía, el control en los niveles de sangre de la glucosa o la sal y el correcto funcionamiento de los órganos del cuerpo humano. 

 

Hormonas y alimentación: ¿cómo influyen los alimentos en el equilibrio hormonal?

 

Lo cierto es que la alimentación tiene un gran impacto en la función hormonal. Así, lo que comemos puede afectar a la producción y secreción de hormonas, equilibrando o desequilibrando sus funciones. De ahí que sea tan importante llevar una dieta sana, rica en frutas, verduras y hortalizas

 

De hecho, conviene destacar que las hormonas están relacionadas entre sí, por lo que un incremento o una disminución de una de ellas puede alterar a las demás, desencadenando diversas acciones en el organismo durante un tiempo prolongado. 

 

Pero, veamos algunos ejemplos para conocer mejor la relación entre hormonas y alimentación.

 

Estado de ánimo

 

La alimentación tiene una gran repercusión en el estado de ánimo. Así, existen determinados alimentos que ayudan a combatir el desánimo y la depresión. Entre ellos, destacan las frutas, sobre todo aquellas con altos niveles de vitamina C como las fresas, el kiwi, el limón o la naranja. 

 

También son recomendables los frutos secos como las nueces, las legumbres como los garbanzos o los pescados azules como el salmón o el atún ya que son ricos en Omega 3. 

 

Igualmente, también es bueno apostar por cereales integrales, porque tienen ácido fólico y triptófano, o el té verde y el chocolate negro, que al ofrecer altos niveles de flavonoides refuerzan el estado de ánimo.

La alimentación tiene un gran impacto en el estado de ánimo, pero también en el equilibrio de los estrógenos y la testosterona

Estrógenos

 

Las mujeres, a lo largo de su vida, pueden llegar a sufrir de forma natural diversos desequilibrios hormonales y es que los estrógenos juegan un papel fundamental. Además de regular el ciclo menstrual, también son cruciales para otros aspectos: regular el estado de ánimo, mantener la densidad ósea, preparar el útero para el embarazo…

 

En este sentido, la alimentación ayuda a equilibrar la función hormonal, logrando reducir los síntomas asociados. Si antes del ciclo menstrual aparecen molestias abdominales, cambios de humor, retención de líquidos o ansiedad por comer, entre otros, es porque existe un incremento de los estrógenos. Para paliarlo, nada mejor que consumir alimentos ricos en hidratos de carbono (fruta, verdura, legumbres, avena…), así como evitar la ingesta de alcohol, la comida rápida o los refrescos azucarados o carbonatados. 

 

En la menopausia, por ejemplo, se da una notable fluctuación de los estrógenos y, de manera gradual, van disminuyendo. Esto provoca, entre otros, cambios en el estado de ánimo, sudores nocturnos, sofocos, escalofríos o problemas de sueño. Para reducir los síntomas, se pueden consumir fitoestrógenos, es decir, estrógenos vegetales, presentes en la soja, los garbanzos, las semillas de lino, sésamo y calabaza. 

 

Testosterona

 

Se estima que, a partir de los 40 años, comienzan a descender de forma gradual los niveles de testosterona en los hombres. De hecho, según diversos estudios, 2 de cada 10 hombres mayores de 60 años experimentan un declive de los andrógenos que podría diagnosticarse como andropausia. 

Esta disminución de la testosterona se relaciona con la falta de apetito sexual, pero también con una menor densidad ósea, una pérdida de masa muscular o cansancio, entre otros. 

 

Como en el resto de los casos, la alimentación puede ayudar al equilibrio hormonal. Por ejemplo, el apio posee androstenol, lo que ayuda a incrementar sus niveles. Otros de los alimentos recomendados son el atún, los huevos o el maíz.

 

Hormonas y alimentación, somos lo que comemos 

 

Como ves, hormonas y alimentación están estrechamente relacionados. Por supuesto, la dieta no es lo único que influye en el equilibrio hormonal. En este sentido, también es importante hidratarse correctamente, por ejemplo, con agua de mineralización muy débil como Agua Sana, hacer ejercicio de manera regular y descansar de forma adecuada. 

Esperamos que este post sobre hormonas y alimentación te haya servido de ayuda y recuerda, comer bien es sinónimo de salud y seguir una dieta variada y equilibrada te ayudará a mantener el organismo en perfectas condiciones.

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